Hace unos días, un correctísimo seguidor del canal de YouTube comentó para expresar acerca de la cuestión de la fotografía como arte y sobre cómo le chirriaba la fotografía de stock dentro de esa dialéctica.
Él esgrimía que las fotografías de stock (en la generalidad) no tenían arte, que eran fotografías vulgares desde el punto de vista artístico, y le escocía que de alguna manera estuviésemos degradando el arte fotográfico por solo unos pocos dólares. Dijo que no le parecían, en general, buenas fotografías según lo que él entendía como una buena fotografía.
Estuve pensando sobre ello y pronto encontré el punto de desacuerdo: creo que él daba por hecho que la fotografía de stock debía ser artística, cuando en realidad el núcleo de la fotografía de stock es otro. ¿Es la fotografía de stock artística? En esencia, no. ¿Puede serlo? Por supuesto.
La fotografía de stock gira alrededor de códigos comerciales, no artísticos. No se busca la crítica social, ni el documentalismo, ni ninguno de los géneros que podrían quedar englobados en lo que se podría entender como fotografía artística, como idea central de la imagen. Busca seducir a un cliente que tiene una necesidad muy concreta, que necesita una imagen que cristalice un texto o una idea que generalmente es comercial. Es fotografía publicitaria. Una vez entendido esto, la fotografía tiene muchas dimensiones. Una de ellas es la artística. Por tanto, una vez que tenemos claro el concepto comercial con el que queremos producir fotografías, claro que podemos adentrarnos en la vertiente artística tanto como queramos. Pero digamos que es algo que quedaría al servicio de la vertiente comercial.
Por último pregunté a este, insisto, correctísimo y amable seguidor lo que es para él una buena fotografía. La contestación es que aún se lo está preguntando. Lo que yo creo: una buena fotografía es aquella que satisface una necesidad. Y la fotografía de stock va de eso, de satisfacer necesidades. Si las necesidades de un individuo son artísticas, la fotografía de stock no las satisfará.
Si son comerciales, estás en tu casa, baby.
(Foto de portada Bulkan Evcimen en Unsplash)