BYE BYE FOTO DE STOCK

Todo empieza y todo termina (menos el amor, que puede ser infinito, pero ese es otro tema).

Corría el año 2018 cuando descubrimos algo que se llamaba fotografía de stock. Consistía en vender fotos comerciales o editoriales a través de las agencias de stock. Había gente que ganaba mucho dinero con ello y tenía muchas ventajas: trabajar cuando uno quería, producir lo que a uno le apetecía y cobrar todos los meses sin tener que andar detrás de los clientes.

Ideal, ¿no?

Empezamos a andar el camino y descubrimos que se nos pasó por alto un pequeño detalle. Había que trabajar mucho. Tanto como un trabajo a jornada completa solo para el stock. Para empezar a ganar un dinero que haga que merezca la pena hay que estar como dos años trabajando a jornada completa, invirtiendo dinero en modelos, localizaciones, vestuario, props… sin ver un retorno económico. Hay que verlo como una inversión, dicen los que saben. Y es cierto, no digo que no. Solo que no todos estamos en la situación de poder llevar a cabo el proyecto desde ese punto de vista.

De todas formas, intentamos sacar el proyecto adelante durante seis años, en los que aprendimos un montonazo de cosas, conocimos gente extraordinaria y yo particularmente me volví a enamorar de la fotografía.

Pero finalmente la realidad se ha impuesto: no podemos llevar adelante Media+Media con su flujo de trabajo habitual, atender a nuestros clientes y respetar las fechas de entrega, y además sacar ocho horas al día para avanzar en el stock. El resultado es que durante estos seis años hemos sido unos eternos principiantes en el stock, ya que el avance ha sido muy muy lento. Desesperantemente lento. La sensación de frustración pesaba como una losa en mi cabeza.

Así que finalmente hemos decidido dejar de producir (mejor dicho, de intentar producir) material para las agencias de stock.

Este nuevo panorama tiene parte buena y parte menos buena. Te lo cuento en este vídeo.

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