En los años 80 y 90, el videoclip musical vivo su época dorada gracias a la irrupción de la MTV. Se hacían auténticas obras de arte. Nosotros hemos tenido la oportunidad de trabajar en algunos de ellos, y nos parecen unas plataformas estupendas para experimentar nuevas vías de narración audiovisual y para romper las reglas.
Hoy en día sigue siendo un formato muy vivo, aunque si uno se sienta a ver un canal de videoclips, el que sea, probablemente se pasará el rato viendo a gente bailar en la calle sin ton ni son. Eso siendo optimista. En mi opinión, la gran mayoría de los artistas están desatendiendo la gran oportunidad de promocionar su trabajo con buenos videoclips. Algunos son caros de producir, pero no hace falta mucho dinero para un buen videoclip donde se pueda contar una historia. Y si lo crees, ven a vernos.
Por suerte, sigue habiendo gente, artistas y discográficas, que conocen el poder de un buen videoclip como herramienta de promoción.
Lo que nos lleva a los chicos de OK Go, una formación de música electrónica que tradicionalmente hacen unos videoclips brutales, piezas que son un prodigio de creatividad y realización. Este que posteo se realizó en plano secuencia y generando una situación de ingravidez con un avión. En esa tesitura, los protagonistas realizan coreografías y piruetas…y me imagino al equipo de cámara atado con cuerdas al suelo. Hicieron falta 8 tomas hasta conseguir la buena. Aquí os dejo el videoclip y un poco del making of.