Cuando hablamos de producciones audiovisuales, a veces nos olvidamos de «la hermana pequeña» del audiovisual: la radio.
El post de hoy va sobre lo que se ha removido dentro de mí esta semana, en la que ha habido un conato de vuelta al primer medio audiovisual en el que me pagaron por trabajar: la radio. Esperaba estar escribiendo otra cosa hoy. Pero al final el conato se ha quedado en eso.
Sin embargo, el asunto me ha hecho recordar.
Corría allá por el año 1997, y un pipiolillo de 20 años y de apellido Lorite metía el gambazo en sus primeras palabras al aire en la radio local de Náquera (Valencia). La locución debía ser en valenciano. Y aunque un servidor conozca la lengua, a los valencianoparlantes de verdad les duele el oído cuando intentar hacer pasar por normales mis entrañables esfuerzos por parecer lo que no soy. Expectativa versus realidad. Mi intención con mis primeras palabras, después de 15 minutos de ensayo, fue decir un simple «Estàs escoltant Radio Alquible», pero lo que salió de mi garganta fue un «Estàs escos…uy!». Cierra micro y me lo vuelvo a pensar otros 15 minutos.
Ese gambazo culminó con 7 maravillosos años de volar a través de los micros de Onda Uno Valencia, ACM Radio Valencia y Cadena Cope. De conocer a gente maravillosa y otros no tanto. De mil y una anécdotas. Me gusta mucho ver cómo algunos compañeros que no abandonaron el medio, hoy en día son locutores, periodistas o productores que trabajan a nivel nacional. No puedo evitar sentir cierta envidia sana.
Y quién sabe.