Ocho años. Es el tiempo que ha pasado desde que decidimos que queríamos aportar nuestra visión de las cosas al mundo del vídeo de boda. Una visión dinámica, divertida, natural y emotiva.
Los comienzos fueron algo titubeantes, en busca de un estilo propio que pronto llegó. Y con él, los buenos resultados, las parejas satisfechas y las recomendaciones.
No somos muy de sacar pecho. El halago debilita. Este reconocimiento sólo nos sirve para saber que vamos por el buen camino y nos anima a seguir en esta línea.
Si te casas, puede que seamos tu vídeo. ¿Quién sabe?