Aunque llevo un par de décadas de mi vida dedicada al audiovisual como profesional, sólo los 6 últimos he tenido la ocasión de compartir con más de 200 parejas la felicidad del día de su boda. Junto a Cristina, mi socia en la vida (y la mejor editora de bodas que conozco), y con la ayuda del resto de videógrafos de Media+Media hemos dado forma, de un modo honesto, a recuerdos y sensaciones muy valiosas que cobran aun más valor con el paso del tiempo.
El camino no está siendo fácil. Pero me quedo con lo bueno. Me quedo con dedicarme a lo que me gusta. Me quedo con poder pasar las 24 horas del día junto a mi amor. Me quedo con todas las parejas que nos eligieron para compartir el día de su boda con ellos, y en especial aquellas que sobrepasaron la línea de la mera relación comercial y que permitieron que floreciese una amistad que valoramos mucho. Me quedo con los compañeros; sean competencia o no, primero son compañeros y aquí tienen su casa. Me quedo con todas las risas. Con todo lo vivido.
Y con las recomendaciones. Me parece un acto generoso. Llevamos 6 años haciendo reportajes de bodas, y ahora tenemos la sensación de estar recogiendo los frutos de nuestro aprendizaje. Un aprendizaje que deseo que nunca termine.
Este sello en sí mismo no tiene importancia. Pero me gusta. Me gusta lo que significa.
A todas las parejas que en su día nos eligieron y que ahora nos recomiendan, GRACIAS, GRACIAS,GRACIAS.
Y ahora, a seguir trabajando, que el halago debilita.
