Seguramente lo habrás oído nombrar. O no. Su labor suele pasar desapercibida cuando se hace bien. Su misión: que en la imagen esté «a foco» (enfocada) lo que su operador necesite que esté enfocado en cada momento. Es el foquista.
En Media+Media también prestamos servicio a otras productoras a diferentes niveles, y el perfil de foquista es uno de ellos.
La figura del foquista en los rodajes es un perfil especialista, y hace falta experiencia, instinto y sangre fría para ser un buen foquista. Experiencia para anticiparte a las situaciones, para aprovechar los ensayos para ir cogiendo marcas de foco. Instinto para saber dónde enfocar en cada momento, por ejemplo en una conversación. Y sangre fría. A montones. Más tarde veremos por qué.
Suele ser alguien de confianza del operador y suelen hacer tandem. Un operador suele tener su «foquista» de cabecera.
El foquista se coloca junto a la cámara. Debe manejar el «follow focus«, una especie de rueda que se instala en la lente, sin influir en el movimiento de cámara, si es que lo hay.
Cuando producción puede permitírselo, y sobre todo cuando se opera con una stedycam, suele haber un «follow focus» inalámbrico, que para el foquista es la repera por comodidad y porque se elimina el peligro de influir en el movimiento de la cámara.
¿Por qué es tan importante que el foquista sea certero? Vamos a poner un ejemplo sencillo: imagina una secuencia de acción en la que, por ejemplo, hay una explosión. Son secuencias que no pueden repetirse. El foquista debe garantizar, sobre todo en ese tipo de planos, que la imagen está a foco. Y os aseguro, por experiencia, que hace falta sangre fría, cuando hay un plano que sabes que no se puede repetir, y tienes a 20, 30 ó 40 personas pendientes de que todo salga bien.
El foquista aspira a que no se oiga ni una sola vez en un rodaje eso de «repetimos por foco». Eso significa que todo el equipo debe volver a hacer la acción porque tú no has hecho bien el foco. Imagina ese actor que ha hecho un esfuerzo supremo por llorar, que lo ha conseguido, pero tú no has podido hacerle foco en la lagrimilla, que es lo que te habían pedido. Imagina cómo te mira ese actor cuando le dicen que él ha estado perfecto, pero hay que repetir porque el foquista ha fallado. Mal. Te mira mal. Y si vuelves a fallar…pues lo mismo te invitan a que te vayas a casa.
Experiencia, instinto y sangre fría.
(fotos Google Images)