POR FRAN LORITE
Bienvenidos a un post más de este blog y de la colección ‘Aprende vídeo’ en la que intentamos compartir algo de información y algún tip para aquellos que os iniciáis en el mundo del vídeo.
Hoy le toca al diafragma, uno de los tres controles más importantes tanto en foto como en vídeo, junto con la velocidad de obturación y la sensibilidad ISO, ya que son estos tres parámetros los que van a determinar la exposición de la imagen.
El diafragma es un mecanismo similar al iris del ojo. De hecho, al diafragma frecuentemente se le llama iris. Viene instalado en las lentes y está compuesto por unas láminas que se solapan unas con otras de forma que dejan un orificio circular en el centro. Cuantas más láminas contiene ese iris, más perfecto será el círculo que dibujará al centro…y más cara la lente.
El diafragma históricamente se ha controlado directamente desde la lente, con un anillo similar al del enfoque. Hoy en día los hay que se controlan desde el anillo de la lente, y también los hay que se pueden controlar desde la cámara. Algunos no se pueden controlar desde la cámara porque son lentes manuales y no tienen conexión electrónica con la cámara. Y otros solo se pueden controlar desde la cámara porque carecen de anillo de diafragma. Para gustos, colores.
Un motivo por el que me gusta tanto el sistema X de Fujifilm es porque excepto un par de lentes, el resto dispone de anillo de diafragma y llámame clásico pero yo adoro controlar el iris desde el anillo.
El Fujinon 18-55mm f.2.8-4 es un buen ejemplo de una de las lentes más usadas por los usuarios de Fujifilm, ya que viene como parte del kit de compra en la mayoría de modelos y que cuenta con anillo de diafragma. Además, al tener conexión electrónica con el cuerpo de cámara también se puede manejar desde la propia cámara, programando uno de sus diales. Y además de todo, es una lente estupenda, ligera, con una calidad más que decente para una lente kit…y estabilizada, algo fundamental si quieres grabar vídeo y tu cuerpo de cámara no incorpora un estabilizador.
Y si puedo elegir, ¿qué diafragma es mejor para vídeo? El diafragma ofrece, como la mayoría de parámetros, oportunidades creativas. En el caso del iris, estas irían dirigidas esencialmente a la profundidad de campo. Cuanto más abierto esté el diafragma, menor profundidad de campo mostrará la imagen. Por tanto, si deseas hacer un plano de un busto y quieres que tu fondo salga desenfocado, deberás abrir el diafragma a f.2 o f.2.8 como máximo.
Si por el contrario quieres que toda la imagen salga enfocada, tanto los primeros términos como el fondo, deberás tender a cerrar el diafragma a un valor sobre f.16 o f.22
Como con todo el la vida, los extremos son peligrosos. En la fotografía también. Las lentes están optimizadas para obtener un mayor rendimiento en cierto rango, fuera del cual comienzan a aparecer las temidas aberraciones. A nivel genérico se suele decir que el punto dulce de una lente suele estar en f.5.6, y cuando más nos alejemos de ese parámetro, más evidentes comienzan a ser las aberraciones. Por tanto, irse a f.1.4 puede desenfocar mucho el fondo, sí, pero seguramente habrás generado algún problema de aberración cromática, o de sombreado por las esquinas de la imagen, o una pérdida general de nitidez. Lo mismo pasa si cierras demasiado el diafragma. Se trata de valorar si realmente necesitas esas aperturas para un plano concreto y si puedes asumir la aparición de dichas aberraciones.
Ahora te toca a ti hacer pruebas, conocer tus lentes y escoger tu rango de trabajo.
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